Brasil tiene la población negra más grande fuera de África, así que cuando una mujer birracial pensó que podía salirse con la suya con un racismo continuo, el gobierno federal la convirtió en un ejemplo.
Day McCarthy tiene antecedentes de hacer comentarios llenos de odio. Y le dijo a la El Washington Post“Así fue como ella creció. Esto es lo que la gente me decía cuando era niña”, dijo en la entrevista. “Me acosaban porque tenía sobrepeso, porque era hija de un hombre negro, porque no tenía dinero, porque venía de un barrio pobre”.
A pesar de ser birracial, McCarthy siguió lanzando un lenguaje racista dirigido principalmente a los niños, pero las consecuencias de sus acciones la alcanzaron cuando llamó “mono” a la hija negra de dos celebridades blancas, según el Post. Siete años después de sus comentarios, un juez brasileño la declaró culpable de racismo, un delito que el diverso país se toma muy en serio, en agosto de 2024.
Brasil tiene una definición más estrecha de libertad de expresión que Estados Unidos. Las amenazas contra el gobierno brasileño se consideran ilegales, al igual que los ataques personales que ofenden el honor de alguien, incluido el discurso racista, según La Biblioteca del Congreso.
“La gravedad del crimen de racismo en Brasil es tan grande que las personas pueden ser arrestadas en el lugar”, dijo Lívia Vaz, directora de un equipo de persecución por racismo en el país, al Post. “Cuando comencé, no era así. La policía iba al lugar y nadie era arrestado. Ahora sí lo son”.
A diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos, el racismo en Brasil puede costarle a un infractor, como McCarthy, años tras las rejas, según La Agencia de la ONU para los RefugiadosLa brasileña de 35 años fue condenada a ocho años y nueve meses de prisión. Su sentencia es la más larga jamás dictada por racismo en el país, informa el Post.
La sentencia de McCarthy sirve como ejemplo de los esfuerzos del país por corregir los errores de su pasado racista. El calor de las protestas de George Floyd de 2020 impulsó a Brasil a asumir la responsabilidad por su papel en el comercio transatlántico de esclavos. Incluso los fiscales públicos han iniciado investigaciones formales sobre la esclavitud, que muchos brasileños negros esperan que resulten en reparaciones, según AP Noticias.
Aunque el país ha tomado una posición en su contra, McCarthy, que actualmente vive en París, dijo al Post que no tiene planes de entregarse a las autoridades brasileñas. En cambio, espera seguir viviendo en Europa.
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