Presidente electo Donald Trump hizo un anuncio bastante impactante durante una conferencia de prensa el martes 7 de enero. En lo que muchos ven como su el más nuevo Ante el ataque a México, Trump dijo que su administración cambiará el nombre del Golfo de México a “Golfo de América”.
“Vamos a cambiar porque hacemos la mayor parte del trabajo allí y es nuestro”, dijo Trump según un informe de ABC News. “Es apropiado, y México tiene que dejar de permitir que millones de personas lleguen a nuestro país”.
También culpó a México por el aumento de drogas que llegan a Estados Unidos y afirmó que haría pagar a México y Canadá mediante la promulgación de “aranceles sustanciales”.
“Queremos llevarnos bien con todo el mundo, pero ya sabes... para bailar el tango se necesitan dos”, comentó Trump.
Aunque tiene antecedentes de hacer afirmaciones falsas, la última afirmación de Trump plantea la pregunta: ¿puede realmente cambiar el nombre del Golfo de México?
Trump no proporcionó detalles sobre cómo manejó el cambio de nombre. Sin embargo, el golfo ha tenido varios nombres a lo largo de su historia, y “Golfo de México” apareció por primera vez en los mapas a mediados del siglo XVI.
Inmediatamente después de la conferencia, la representante Marjorie Taylor Greene dijo el X que presentaría un proyecto de ley para cambiar oficialmente el nombre del cuerpo de agua que corre desde México a lo largo de la parte sur de Estados Unidos.
El proceso es más complicado que eso. La Organización Hidrográfica Internacional (de la que son miembros Estados Unidos y México) garantiza que todos los mares, océanos y aguas navegables del mundo se inspeccionen de manera justa e incluso nombra algunos de ellos.
En 2015, el entonces presidente Barack Obama aprobó el cambio de nombre del monte McKinley de Alaska (en honor al presidente William McKinley, quien aparentemente nunca lo visitó) a Denali, un nombre comúnmente utilizado entre los nativos de Alaska.
Pero incluso si Trump cambiara el nombre del Golfo de México, otros países no tendrían que estar de acuerdo ni reconocerlo.
Esta no es la primera vez que un político plantea esta idea. En 2012, el exrepresentante estatal de Mississippi Steve Holland propuso un proyecto de ley Eso también habría cambiado el nombre del golfo a “Golfo de América”. Sin embargo, el demócrata insistió en que estaba bromeando y lo usó como una forma de denunciar a sus colegas republicanos por sus creencias antiinmigrantes.
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